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El gusto es suyo: con Diego González y Laura Rodríguez de Tiempos Líquidos (Burgos).

Recorre Castilla y León a través de vinos, gastronomía y experiencias con Diego González y Laura Rodríguez

En esta ocasión, el hilo lo trazan Diego González y Laura Rodríguez, sumilleres y fundadores de Tiempos Líquidos, su wine room en Burgos.

Disfrutar de un vino como si estuvieras en tu propio salón, solo o acompañado: esa es la experiencia que transmiten Diego González y Laura Rodríguez. En menos de un año, Tiempos Líquidos se ha convertido en un referente local, mereciendo premios como Mejor local de vinos por la Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía y un Solete de la Guía Repsol. González, campeón de campeones de España 2025 al encabezar la lista Top 100 Sommeliers, mientras que Laura ocupa el puesto 44 y figura entre los Ones to Watch (categoría que pone en el foco de talentos a seguir de cerca) del sector. Ambos buscan dar al vino el valor que merece y hacer que la cultura vinícola trascienda a todos los niveles, combinando tradición, cercanía y un toque canalla.

Su carta de vinos convive con pinchos, raciones, catas, venta y presentaciones de bodegas. Pero, sobre todo, en Tiempos Líquidos se respira una atmósfera cálida: la que surge cuando el vino se comparte con naturalidad y sin solemnidades.

Su trayectoria está repleta de reconocimientos. Ambos fueron coronados como Mejor Sumiller Internacional Wine Challenge 2024. Diego, Advanced de la Court of Master Sommeliers (de los cuales hay menos de 10 en España), acumula también títulos como Mejor Sumiller de España 2019 o Campeón Ruinart Challenge Spain 2022. Laura, Certified de la Court of Master Sommeliers, master de sake y formadora de vinos y vinagres de Montilla-Moriles, fue campeona de la Copa Jerez España 2023 y participó en la competición internacional de Netflix Battle of Wines.

Desde ese punto de partida, nos invitan a recorrer Castilla y León a través de sus recomendaciones: una geografía personal de lugares que aman, de proyectos que los inspiran, de mesas y botellas que hablan de territorio y de personas.

Las paradas de Laura

Mellow (Burgos)
En Burgos, donde ellos mismos han tejido su hogar vinícola, Laura empieza el recorrido con una cafetería: Mellow. Café de especialidad en vena que vuelve a aparecer en la lista de los mejores de España. “Para mí un imprescindible. Un lugar chiquito, acogedor y con un encanto único, donde se pone en valor el producto, el origen y las personas”, resume Laura. Esa tríada —el cuidado del grano, el espacio humano, la hospitalidad— define la filosofía de este local.

Casa Felipe (Torrecaballeros, Segovia)
“Seguimos de restaurantes hasta Torrecaballeros, cerca de Segovia, Casa Felipe es equivalente a hablar de familia y tradición”. A apenas diez minutos de la capital, en plena ruta del cordero, este restaurante mantiene vivo el legado del asado.
“Con dos generaciones al frente, este restaurante es sinónimo de producto y guisos maravillosos. Pipe (Felipe) es un apasionado del vino y ha redondeado la propuesta con una carta muy extensa y con referencias de cualquier parte del mundo”, cuenta Laura. El resultado: un asado impecable, judiones memorables y una bodega sorprendente.

La Tahona de Chari (Villanubla, Valladolid)
En Villanubla, pueblo de panaderos y trigo, Laura señala una parada obligatoria: La Tahona de Chari. Allí se amasan hogazas, magdalenas, pastas artesanas y las célebres tortas de chicharrones que en Villanubla llaman tortos.
“Es pan de pueblo de los de siempre, elaborado con masa madre y cariño que dista mucho de las producciones industriales”, dice Laura. Es el tipo de panadería que resume lo que significa Castilla: sencillez y resistencia.

En la Parra (Salamanca)
“En el corazón de Salamanca, Rocío Parra lidera un restaurante que honra al ibérico y lo convierte en hilo conductor de un menú íntegro. El restaurante En la Parra”. A su lado, Alberto Rodríguez se ocupa de la bodega con la misma pasión. “La carta de vinos que cuida Alberto es importante y delicada. Es un lugar que, sin duda, merece una parada”. Una cocina contemporánea con un relato sólido que no olvida de dónde viene.

La Posada de los Condestables (Villalpando, Zamora)
Para Laura, la escapada perfecta en Zamora combina gastronomía y descanso. “Un trocito de mi tierra, Zamora. La Posada de los Condestables, en Villalpando es un lugar único, chiquitito, con spa para disfrutar y unas ocho habitaciones para relajarse. El plan perfecto: conjugar gastronomía con una escapada, porque tienes cerca El Ermitaño o Lera”. Relax y buena mesa, no se puede pedir más.

Interior de Tiempos Líquidos Wine Room. Fotografía de @Abel Valdenebro

Las sugerencias de Diego

Bodega Histórica Don Carlos (Aranda de Duero, Burgos)
La Ribera del Duero no solo es vinos modernos y grandes nombres: también es historia. Aranda de Duero, hunde sus raíces en los siglos XIV y XV. “Entre ellas, la Bodega Don Carlos permite recorrer la historia de la Ribera del Duero mientras se descubren vinos irrepetibles. La memoria líquida de esta zona se conserva en forma de botellas únicas y añadas históricas, muchas imposibles de encontrar en otro lugar”, señala Diego. Un viaje al subsuelo que conecta la tradición con el presente. Un espacio donde el visitante no solo accede a un patrimonio vinícola excepcional, sino también a la emoción de tocar el tiempo.

Mu·na (Ponferrada, León)
En el Bierzo, en la Casa de las Bombas, frente al Castillo de los Templarios, el restaurante Mu·na propone una cocina contemporánea que interpreta el Bierzo desde la emoción.
Diego lo recuerda con entusiasmo: “la experiencia de esta casa no se entiende sin su sala. La sensibilidad de Dani convierte el servicio en algo más que atención: es él quien lo eleva, quien logra que cada gesto esté en sintonía con la cocina de Samu. Su propuesta de vinos, siempre afinada y personal, marca la diferencia y aporta una mirada única al relato gastronómico del restaurante”. Ir a Mu·na es vivir cómo la hospitalidad se convierte en una extensión de la cocina.

Escuela Internacional de Cocina (Valladolid)
Valladolid alberga uno de los focos de formación gastronómica más importantes de España. “La Escuela Internacional de Cocina de la Cámara de Valladolid ha transformado el panorama de la gastronomía regional y se ha convertido en un nodo que conecta a alumnos locales con referentes internacionales. Ofrecen cursos para profesionales y entusiastas, atrayendo figuras como Ferran Centelles y conectando a Castilla y León con el mundo. Almudena lo está haciendo muy bien”, cuenta Diego. “Laura estudió allí y es un lujo tenerla tan cerca”. La formación también es parte de este mapa.

Casa Carmelo (Saldaña, Palencia)
En el norte de Palencia, Casa Carmelo mantiene la tradición de los restaurantes familiares que evolucionan sin perder esencia. “En plena tierra de interior, Casa Carmelo sorprende con su apuesta por pescados y mariscos del Cantábrico. Héctor, segunda generación, sigue el legado familiar con un servicio cálido y una cocina centrada en el producto”, apunta Diego. Un rincón inesperado de sabor atlántico en el corazón de Castilla.

À la Volé (Valverde del Majano, Segovia)
Si en Segovia se piensa en cochinillo, Diego nos recuerda que también se puede pensar en champagne. “À la Volé es un proyecto singular: un grupo de amigos apasionados por esta bebida que, tras viajes al norte de Francia, han creado un portafolio único en España. Hacen un trabajo extraordinario que da acceso a pequeñas maravillas de viticultores de culto”, explica Diego.

Además de distribuidores y formadores, son evangelizadores de una cultura del vino espumoso que aquí cobra raíces inesperadas. “Hacen el Champagne Weekend, un encuentro de un fin de semana en Segovia que merece mucho la pena. Son muy cercanos y también tienen formación online para quienes quieran adentrarse más en el mundo del champán”. Tampoco se olvida de grandes distribuidores de vinos como Alma Vinos Únicos en Burgos, así como The Wine Guys en León.

Dominio de Atauta (Soria)
El Valle de Atauta es uno de esos paisajes donde la historia y la naturaleza se funden. Encinas, robles, hierbas aromáticas, fauna salvaje y viñedos que sobreviven al paso del tiempo.

Diego señala lo extraordinario: “en la zona más desconocida de la Ribera del Duero sobrevive un viñedo irrepetible de cepas prefiloxéricas que han resistido al tiempo y mantienen vivo un ecosistema intacto. En torno a ellas se ha construido un proyecto que reivindica a Soria como tierra de vino. El trabajo actual, afinado con paciencia y rigor, está logrando vinos de gran reconocimiento y puntuaciones sobresalientes”. Diego destaca la figura de Jaime al frente, sin olvidar el paso de enólogos como Bertrand y Almudena, que han contribuido a consolidar la singularidad de este patrimonio inigualable.

Abel Valdenebro – Bonus track

No solo de mesas vive la cultura gastronómica: también de la mirada que la retrata. Abel Valdenebro se ha especializado en fotografía gastronómica y enológica.
Diego y Laura lo reivindican: “es una de las partes a comunicar y transmitir a través de la imagen. Está haciendo un trabajo increíble enfocado en vinos, trabajando con bodegas y eventos a nivel nacional. Su mirada vale mucho la pena”. La gastronomía también se cuenta en imágenes, y su mirada es parte de esa narración.

Las recomendaciones de Laura y Diego, como las de Andoni o Cris y Diego, trazan un mosaico que refleja lo que es Castilla y León hoy: tradición viva, reinterpretada, enraizada y abierta al mundo.

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