Restaurantes contra el Hambre: cuando comer fuera se convierte en un acto de justicia social.
En su 16ª edición, la mayor campaña solidaria de la hostelería española vuelve a poner sobre la mesa un reto incómodo: ¿cómo es posible que en un país que presume de gastronomía haya millones de personas que no tienen qué comer? En Ávila, algunos restaurantes ya han decidido pasar del discurso a la acción.
El hambre no es un problema ajeno ni lejano. No solo existe en los informes sobre África o en las noticias de guerras que parecen de otro mundo. Está aquí, a la vuelta de la esquina, en barrios que conocemos y en mesas que permanecen vacías. Más de seis millones de personas en España no logran cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
Hace poco hacíamos una reflexión en este artículo: El hambre que negamos. Frente a esta realidad, la hostelería se organiza: bares, restaurantes y cafeterías que convierten su menú en herramienta de transformación social. La iniciativa “Restaurantes contra el Hambre”, impulsada por Acción contra el Hambre y apoyada en Ávila por la Federación de Hostelería de CEOE, demuestra que un plato también puede ser un manifiesto.
Comer es un derecho, no un privilegio
España es el país de las barras interminables, de las sobremesas eternas y de la tapa como ritual social. La gastronomía no solo alimenta: es identidad, turismo, cultura y motor económico. Y, sin embargo, bajo esa vitrina de abundancia, se esconde un dato que corta el apetito: millones de personas en situación de pobreza no tienen acceso garantizado a una alimentación adecuada.
La paradoja es brutal. Mientras las guías gastronómicas compiten por coronar al mejor restaurante del país, hay familias que estiran cada céntimo para llenar un carro de la compra cada vez más caro. No hablamos de estadísticas frías, hablamos de vecinas, compañeros de trabajo, madres y padres que hacen malabares entre facturas y neveras vacías.
Es en este terreno donde la hostelería, tan ligada al placer y a la celebración, puede asumir otra función: la de responsabilidad social.
Restaurantes contra el Hambre: 16 años cocinando solidaridad
La campaña nació hace 16 años de la mano de Acción contra el Hambre, ONG internacional que trabaja en 55 países para combatir no solo la falta de comida, sino las causas estructurales que la perpetúan. El mecanismo es sencillo pero potente: cada restaurante participante elige un plato de su carta y lo convierte en plato solidario. Durante la campaña, que este año se prolonga hasta el 15 de noviembre, parte de lo recaudado con esos platos se dona a la organización.
Los beneficios van más allá de la contribución económica. Los restaurantes reciben materiales promocionales que dan visibilidad a la iniciativa y, además, cuentan con incentivos fiscales (desgravaciones del 40% de lo aportado, o del 50% si participan durante tres años consecutivos). Pero sobre todo, ganan algo que no aparece en ninguna contabilidad: ser parte activa de una causa que interpela directamente a la sociedad en la que vivimos.
Hasta la fecha, más de 12.400 establecimientos se han unido a esta red solidaria y han logrado recaudar 1,6 millones de euros destinados a programas de Acción contra el Hambre.
El movimiento llega a Ávila
En Ávila, la Federación de Hostelería de CEOE impulsa con fuerza esta edición e invita a todos los locales a sumarse. Algunos ya han dado el paso: el restaurante D’Ramos, en Sanchidrián, y el restaurante Tarelo, en Sotillo de la Adrada, aparecen en la lista de participantes.
En una provincia donde la hostelería es tanto motor económico como emblema cultural, que los restaurantes decidan implicarse en este tipo de iniciativas envía un mensaje poderoso: el hambre no es un tema ajeno, está aquí, en nuestra comunidad, y requiere compromiso colectivo.
Además, este año la campaña tiene un matiz especial: los fondos recaudados se quedarán en España, destinados a mejorar la vida de las personas que lo necesitan en nuestro propio entorno. Porque la distancia no siempre es geográfica: el hambre puede estar a pocos metros de nuestra mesa.
Solidaridad Km0: cuando el hambre está más cerca de lo que parece
Uno de los lemas de esta edición es “Solidaridad Km0”. Un sello distintivo que recibirán los establecimientos participantes y que persigue un objetivo claro: romper la ilusión de distancia. Durante demasiado tiempo hemos pensado en el hambre como un problema de otros países. El concepto Km0 —tan ligado en gastronomía a los productos de cercanía— se convierte aquí en un recordatorio incómodo: la exclusión alimentaria también ocurre aquí. Y reconocerlo es el primer paso para actuar.
Comer y resistir: la hostelería como agente social
La hostelería sabe de resistencia. Sobrevivió a la crisis financiera de 2008, al golpe de la pandemia y ahora enfrenta el reto de la inflación y el encarecimiento de suministros. Pero también sabe de creatividad, de reinvención y de comunidad.
Cada plato solidario que se sirve es un recordatorio de que los restaurantes pueden ser agentes de transformación, que la gastronomía no solo llena mesas, también puede vaciar estómagos de hambre. Si te interesa, puedes inscribirte en este enlace.
Comer es un acto político
Sentarse a la mesa nunca es un acto neutro. Elegir dónde, qué y cómo comemos refleja nuestra visión del mundo. La campaña “Restaurantes contra el Hambre” nos recuerda que también podemos elegir que ese acto tenga un impacto directo en la vida de otros.
En Ávila, la invitación está hecha. Ahora el turno es de cada bar, cada restaurante, cada cafetería que decida formar parte de esta red. Porque la solidaridad, como la buena cocina, se disfruta más cuando se comparte.