LO QUE SE CUECE

Castilla y León convierte la alimentación animal en motor económico.

El motor oculto que mueve 2.400 millones en Castilla y León.

La alimentación animal en Castilla y León no es un engranaje menor del sistema agroalimentario. Es el motor silencioso que sostiene la ganadería, da salida a los cereales y mantiene vivas a decenas de cooperativas rurales.

La cifra lo dice todo: cerca de 2.400 millones de euros de facturación, lo que convierte a la comunidad en la tercera autonomía productora de piensos en España. Un sector a menudo invisible, pero imprescindible para entender por qué Castilla y León sigue siendo un referente agrícola y ganadero a nivel nacional.

Una cosecha histórica

La campaña de cereal de 2025 ha dado oxígeno al campo. Los agricultores de la región han recogido 8,4 millones de toneladas, un 26 % más que el año pasado, con rendimientos que alcanzan los 4.600 kilos por hectárea. La propia consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, lo calificó como una cosecha “histórica y excelente”.

En ese mapa, el maíz de regadío brilla con luz propia. Este año se han cultivado 124.000 hectáreas, unas 10.000 más que en la campaña anterior. Este cereal se ha consolidado como la pieza que da estabilidad a la industria de los piensos, capaz de alimentar a miles de explotaciones ganaderas de vacuno, ovino, porcino y avicultura.

El pulso de las cooperativas

Las cooperativas agroalimentarias son el alma del sector. En Castilla y León existen 560 cooperativas, con más de 36.000 socios, más de 4.000 empleos directos y una facturación que supera los 4.000 millones de euros. En el caso concreto de la alimentación animal, suponen el 26 % de la facturación total.

Más allá de los números, estas estructuras cumplen una función vital: organizan la producción, canalizan la innovación y, sobre todo, sostienen vida en los pueblos. Sin ellas, buena parte del medio rural quedaría desarticulado. La consejera lo subrayaba en Villarejo de Órbigo, durante la presentación de la nueva planta de LAR-Agrocantabria: “este sector tiene futuro”, insistió, recordando que las cooperativas conjugan tradición, presente y futuro, y que son clave para la incorporación de jóvenes y la modernización de las explotaciones.

La ganadería que depende del pienso

Los números de la ganadería de Castilla y León muestran hasta qué punto la alimentación animal es indispensable. La comunidad recoge más de 890 millones de litros de leche al año, gracias al trabajo de casi 700 ganaderos. Esa producción sería imposible sin un suministro regular y de calidad de piensos.

Lo mismo ocurre en sectores como la avicultura, la cunicultura o la acuicultura, donde la comunidad tiene posiciones de liderazgo. En todos ellos, la estabilidad de la industria de alimentación animal marca la diferencia entre el éxito o el fracaso de cientos de explotaciones.

Retos en el horizonte

El panorama no es solo de fortalezas. El sector encara desafíos que no pueden ignorarse. El cambio climático amenaza con sequías más prolongadas y fenómenos extremos que ponen en riesgo la producción de cereal. La competencia internacional presiona con precios bajos en mercados menos regulados. El encarecimiento de la energía y del transporte repercute directamente en fábricas y logística. Y un problema de fondo sigue latente: el relevo generacional, cada vez más difícil de garantizar en el campo.

La Junta asegura que trabaja para incentivar la incorporación de jóvenes y facilitar la modernización tecnológica. La digitalización de las explotaciones y las fórmulas de producción más sostenibles son la gran apuesta de futuro.

Un motor económico y social

Cuando se habla de 2.400 millones de euros de facturación, lo fácil es quedarse en la cifra. Pero lo que realmente importa es lo que hay detrás: cooperativas que mantienen servicios en pueblos pequeños, agricultores que encuentran salida para sus cosechas, ganaderos que pueden alimentar a su ganado y familias que sostienen su modo de vida gracias a un engranaje productivo que funciona.

Defender la alimentación animal es defender el empleo, la innovación y la cohesión territorial. En un mundo cada vez más inestable, con tensiones en los mercados globales y con la seguridad alimentaria en el centro del debate, contar con un sector fuerte no es un lujo: es un seguro estratégico para Castilla y León.

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